--Previous Message-- : Forgive me, is this a photoshopped photo?
Absolutely. I doubt we will see the Queen wearing this stunning set of jewels.
: --Previous Message-- : So the bottom line of this story is that : King : Juan Carlos (allegedly) 'would like' to : puchase the aquamarine set, but the current : owner 'refuses' to sell to her cousin, The : King? : : Then, the answer to the question in the : subject line would simply be a NO. : : : --Previous Message-- : : : : : Las joyas de las bodas de Oro: : : Para celebrar sus 50 años de casados, el Rey : quiere sorprender a Doña Sofía con las : aguamarinas que pertenecieron a la reina : Victoria Eugenia. Sin embargo, la madre de : Alessandro Lequio –actual propietaria– se : resiste a ceder las alhajas a su primo. : El Rey es consciente de que el 14 de mayo : será un día muy especial para él y Doña : Sofía. Cumplirán 50 años de casados y, por : este motivo, lleva tiempo pensando en la : manera de sorprender a su esposa. Consciente : de la debilidad de la Reina por las joyas, : ha movido Roma con Santiago para encontrar : una perfecta. Hace varios meses, Don Juan : Carlos comenzó a buscar una pieza que fuera : especial, con historia y, sobre todo, de : gran valor sentimental. Después de mucho : tiempo dio con ella: un aderezo de : aguamarinas impresionante conformado por un : collar, una diadema, una pulsera, un par de : pendientes, una sortija y un broche que : pertenecieron a la Reina Victoria Eugenia de : Battenberg, esposa de Alfonso XIII. : : Se trata de una serie de alhajas que ha : pasado por diferentes manos y ha estado : presente en varios actos de especial : relevancia para la familia Borbón. Con esta : adquisición, el Monarca cumpliría dos de sus : objetivos: reunir diferentes piezas de las : colecciones privativas que poseen diferentes : miembros de la dinastía y, al mismo tiempo, : dejar sin palabras a Doña Sofía, ya que ella : conoce bien estas aguamarinas y lo que han : significado para sus diferentes : propietarias. : : Herencia familiar : Pero su ilusión se vio truncada a la hora de : negociar la venta con sus actuales dueñas, : las hijas de la Infanta Beatriz de Borbón y : Battenberg, Olimpia y Sandra Torlonia, que : heredaron el aderezo a la muerte de su : madre. Éstas no desean que las aguamarinas, : guardadas con celo en una caja fuerte en : Suiza, salgan de sus manos, ya que fueron : uno de los caprichos que con más cariño : obsequió su abuelo, Alfonso XIII, a su : esposa. Según se relata en el libro «Las : joyas de las reinas de España» (Planeta), de : Fernando Rayón y José Luis Sampedro, : Victoria Eugenia se quedó prendada de un : ejemplar de este tipo de piedra preciosa que : llevaba su prima, la emperatriz Alejandra : Fiodorovna, y no pudo resistirse a pedir un : conjunto similar para su aniversario de boda : con Alfonso XIII. «Eso sí, las joyas no son : cosas muertas, y para vivir deben cambiar de : dueño de vez en cuando», confesó en una : ocasión la monarca, según recogen los : autores en su exitoso libro. Así que, : siguiendo sus deseos, le regaló el collar de : aguamarinas a su hija Beatriz con motivo de : su matrimonio y, al parecer, ahora es la : mayor de las Torlonia, Olimpia, la que : pretende continuar con el legado y ser ella : la que decida quién lo lleve. : : Expertos consultados por este diario : aseguran que al igual que ocurrió con una : diadema de Cartier que Don Juan Carlos : compró hace años a la Infanta María : Cristina, hermana de Don Juan, o más : recientemente unas joyas de la Condesa de : Barcelona tras su muerte, esta adquisición : hubiera supuesto una gran satisfacción para : el Monarca y, sin duda, un detalle ejemplar : hacia la Reina, que podría lucirla en varios : de los actos oficiales a los que asiste, a : diferencia de las actuales propietarias, que : tienen contadas ocasiones de portarlas en : público. : Seguramente, a pocos les suenen los nombres : de Olimpia y Sandra Torlonia, pero si se : añade la información de que la segunda es la : madre de Alessandro Lecquio, la cosa cambia. : Es en ella en la que se centran las : opiniones de varios estudiosos de las joyas : de la Corona española a la hora de indagar : sobre las posibles conversaciones que hayan : tenido el Monarca y las Torlonia. «Sandra, a : diferencia de Olimpia, que está casada con : el millonario Paul Annik Weiller, apenas : hace uso de ellas, y el dinero que recibiera : por estas alhajas le sería de mucho más : provecho que el tenerlas guardadas bajo : llave», aseguran. De hecho, las ha elegido : como complemento en escasas ocasiones. : : Las gemas más queridas : Sin embargo, también coinciden en que : Olimpia sí parece tener más oportunidades : para «sacar a pasear» tan solicitadas gemas. : Es más, su hija Sibilla Sandra Weiller está : casada desde 1994 con el príncipe Guillermo, : hijo del Gran Duque Juan de Luxemburgo, y, : por lo tanto, está «fuertementente ligada a : temas de realeza, por lo que su madre puede : que esté intentando comprar a sus hermanos : toda la colección para que más tarde la : herede su hija», confiesan. De esta manera, : continuarían así con el deseo de Victoria : Eugenia de que pasen «de mano en mano» para : que sus joyas siempre «estén vivas». Quizá, : otro de los motivos que llevó a Don Juan : Carlos a pensar en esta pieza única, cuyas : aguamarinas pudieron ser traídas de Brasil o : bien de la Rusia prerrevolucionaria : (incluso Rayón y Sampedro dudan de su : procedencia en el capítulo que dedican a : estas joyas en su obra), fue en cómo : resaltarían con la piel y el cabello claro : de Doña Sofía. Motivo al que aludió en : varias ocasiones la misma Reina Victoria : Eugenia, que aseguró que «combina a la : perfección con mi pelo rubio, blanca tez y : ojos azules». : : En cuanto al precio que puede alcanzar este : aderezo de aguamarinas, gemistas y joyeros : no se atreven a dar una cifra concreta, : incluso varias casas de subastas consultadas : ven imposible calcular la cantidad de salida : que se marcaría en una hipotética puja. Eso : sí, todos coinciden en que su valor es : incalculable debido al pasado que tienen, : por ser una pieza clave para los Borbones : escogida por varias de las mujeres más : importantes de la familia a lo largo de los : años. Por sus dimensiones, por la pureza de : la piedra y su color, los joyeros afirman : que podrían pagarse hasta 500 euros por : quilate (la quinta parte de un gramo) y este : aderezo tiene piezas desde los 10 (las más : pequeñas, que se encuentran en los : pendientes y la pulsera), hasta los 100 que : perfectamente podría poseer el broche. Así : que sólo hay que multiplicar y sacar la : cuenta, pero éste sólo sería un valor : meramente formal y «físico», según los : expertos, al que habría que sumarle otros : factores intangibles. Eso sí, al tratarse de : «la familia», el precio que podrían haber : acordado las hermanas Torlonia con Don Juan : Carlos, en el caso de que hubieran dado su : brazo a torcer, siempre hubiese sido : modificado según los intereses mutuos. : : Pendientes para Letizia : No sólo está pensando Don Juan Carlos en : comprar un obsequio especial a Doña Sofía, : también tiene en mente al resto de las : mujeres de la Familia Real. Al parecer, a : sus hijas, las Infantas Elena y Cristina, : les tiene pensado regalar unos collares, y : a la Princesa de Asturias, unos pendientes, : ya que quienes la conocen bien aseguran que : son las joyas que más aprecia. Todas las : alhajas las comprará en la famosa joyería : Aldao, situada en pleno centro de Madrid, : donde el Rey acude todos los años a adquirir : los regalos de Navidad y, ya de paso, : charlar un rato con su dueña, doña Manolita. : : Sus alhajas preferidas : Doña Sofía tiene predilección por las gemas : rojas, especialmente por los rubíes de : Niarchos que lució en una visita de Estado a : Luxemburgo y el rubí con perlas de la boda : de su sobrina, la princesa Alexia de Grecia. : Adora también la tiara familiar de Cartier. : : Unas gemas que han estado presentes en las : bodas reales : Si se analizan con precisión las imágenes de : las últimas bodas reales puede comprobarse : que las aguamarinas han estado presentes en : la mayoría de ellas o, al menos, en sus : fiestas previas. El caso más significativo : es el de Sandra Torlonia, que en la cena de : gala que ofrecieron los Príncipes de : Asturias en 2004 antes de su boda lució el : collar y los pendientes de su abuela. La de : la propia Reina Victoria Eugenia llevó la : tiara en el baile prenupcial de Don Juan : Carlos y Doña Sofía en 1962, al que acudió : con su hija la Infanta Beatriz. Por su : parte, Olimpia Torlonia eligió el nuevo y : más discreto montaje de la diadema para la : boda de los príncipes de Copenhague, : Federico de Dinamarca y Donaldson, también : en 2004. : : sources: : : : : : http://www.larazon.es/noticia/5739-las-joyas-de-las-bodas-de-oro : : Ursula blog : : : : :