Una noche que no podía dormir empecé a explorar páginas nuevas y terminé entrando en
spin mama. Me llamó la atención la ruleta francesa, que nunca había probado. Al principio los números no salían a mi favor, pero de repente acerté en una jugada que me dejó en positivo. Esa mezcla de azar y emoción fue justo lo que necesitaba para distraerme.